El requisito básico del colchón es que brinde al usuario la libertad de dormir en cualquier posición que elija. Debe brindarle apoyo en todas las posiciones para dormir boca arriba, boca abajo y de costado, sin obligarlo a utilizar una determinada posición debido al diseño. Punto de elasticidad: El colchón sólo debe ceder en la zona de carga, pero no en una zona más amplia. Un buen colchón se adapta a la forma de su cuerpo y sostiene todo el cuerpo de manera uniforme. Comportamiento de vibración. El colchón sólo debe balancearse brevemente después de cada movimiento, para que el durmiente no tenga que estabilizar activamente su postura. Esto es importante porque cambiamos nuestra posición para dormir entre 30 y 50 veces durante la noche. Cuanta menos vibración tenga el colchón, mejor (más cómodo). Regulador de la humedad: Aproximadamente de 0,5 a 1 litro de líquido, escorias, sales y toxinas se evaporan cada noche a través de la piel y una parte de ellos acaba en el colchón y la funda nórdica. Esta humedad debe ser transportada rápidamente al aire de la habitación para mantener un clima agradable en la cama. Un clima de cama demasiado húmedo no sólo hace que uno se sienta incómodo, sino que también favorece el reumatismo. Por lo tanto, el colchón no debe provocar una sudoración excesiva y debe evacuar la humedad corporal resultante del cuerpo y proporcionar así un entorno para dormir maravillosamente agradable y seco.
Duración del uso
La vida útil de un buen colchón es de aproximadamente 7 a 10 años. Hay razones fundamentalmente higiénicas que impiden un uso prolongado, pero también el confort para dormir, que disminuye con el uso prolongado, ya que incluso los mejores materiales de tapicería se cansan con el tiempo.
Grado de defensa
Básicamente, todos los colchones son adecuados para cada peso corporal. Sin embargo, una persona con sobrepeso suele preferir un colchón con un nivel de firmeza 2 o incluso un nivel de firmeza 3. Sin embargo, no se puede establecer una regla o tabla fija porque el sentimiento individual decisivo varía mucho. Independientemente de los extremos, si es preferible un colchón blando o duro puede depender del gusto personal.
La superficie es demasiado blanda o hundida.
Cambias de postura de 30 a 50 veces mientras duermes. Un colchón demasiado blando o hundido reduce la necesidad de cambiar de posición. No se consigue la regeneración deseada de la columna, los discos intervertebrales y los músculos. La columna se hunde como en una hamaca.
La superficie es demasiado dura
La columna se vuelve tensa y doblada. Cuando está acostado de lado, los hombros y la pelvis se empujan hacia arriba. Se apoyan las distintas partes del cuerpo. Los hombros y las caderas pueden hundirse más al estar acostado de lado. En la posición de descanso anatómicamente correcta, la columna y los músculos centrales están relajados. La columna vertebral, ligeramente en forma de S, debe apoyarse y sostenerse en su forma natural.
Ven y te explicaremos las diferencias. Tanto en cuanto a los diferentes materiales como a qué tipo de colchón es el adecuado para ti. Los productos hechos a medida tampoco suponen ningún problema. ¡Porque no eres tú quien debe adaptarse al colchón, sino el colchón a ti!